FEDERICO HERRERO NICOLÁS FRANCISCO HERRERO ACTUACIÓN Una de las mayores preocupaciones, a partir de la presencia del cine, y cada vez mas acentuado, es la búsqueda de naturalismo en el trabajo del actor y en los distintos medios en que trabaja. El tema del naturalismo no deja dormir a los profesionales de la actividad, ya que el espectador es cada vez más exigente respecto a este tema. En lo que hace a esta preocupación, el director de teatro Ruso Stanilavsky a comienzos del 1900, ataca de lleno este tema. La irrupción del naturalismo a finales del siglo XIX supone el primer paso para la renovación teatral. La obra de Ibsen y Strindberg, los primeros grupos teatrales independientes y la aparición de los directores escénicos revolucionan el teatro, la doble condición de obra literaria y de espectáculo hace que sea el género teatral el que más lentamente evolucione hacia la modernidad, ya que tanto los empresarios teatrales como el público suelen ser, en general, reacios a cambios y experimentos. Tras la tendencia hacia lo histórico y exótico del teatro romántico, se afianza el drama realista de ambientación contemporánea. Ahora bien, su «realismo» es muy limitado, porque refleja de forma muy moralizante un mundo burgués convencional, sin profundizar en las personas ni en sus auténticos sentimientos e inquietudes. El teatro naturalista, sin embargo, intenta reproducir la realidad de la forma más fiel posible, y trata de analizar el comportamiento humano y sus causas personales y sociales. Para ello, retrata a los personajes en su espacio de intimidad, sin restringir ningún tipo de pasiones ni de ambientes sociales, lo que causó cierto escándalo en la mentalidad burguesa.

8 Abr

FEDERICO HERRERO NICOLÁS FRANCISCO HERRERO ACTUACIÓN 

Una de las mayores preocupaciones, a partir de la presencia del cine, y cada vez mas acentuado, es la búsqueda de naturalismo en el trabajo del actor y en los distintos medios en que trabaja.

El tema del naturalismo no deja dormir a los profesionales de la actividad, ya que el espectador es cada vez más exigente respecto a este tema.


En lo que hace a esta preocupación, el director de teatro Ruso Stanilavsky a comienzos del 1900, ataca de lleno este tema.


La irrupción del naturalismo a finales del siglo XIX supone el primer paso para la renovación teatral.

 La obra de Ibsen y Strindberg, los primeros grupos teatrales independientes y la aparición de los directores escénicos revolucionan el teatro, la doble condición de obra literaria y de espectáculo hace que sea el género teatral el que más lentamente evolucione hacia la modernidad, ya que tanto los empresarios teatrales como el público suelen ser, en general, reacios a cambios y experimentos.

Tras la tendencia hacia lo histórico y exótico del teatro romántico, se afianza el drama realista de ambientación contemporánea. Ahora bien, su «realismo» es muy limitado, porque refleja de forma muy moralizante un mundo burgués convencional, sin profundizar en las personas ni en sus auténticos sentimientos e inquietudes.

El teatro naturalista, sin embargo, intenta reproducir la realidad de la forma más fiel posible, y trata de analizar el comportamiento humano y sus causas personales y sociales. Para ello, retrata a los personajes en su espacio de intimidad, sin restringir ningún tipo de pasiones ni de ambientes sociales, lo que causó cierto escándalo en la mentalidad burguesa.

 

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